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La Leyenda Lee Trevino

 

   Reviviendo el improbable camino de Lee Treviño para ganar el U.S. Open de 1968 en Oak Hill

Lee Trevino no recibió mucha educación formal (dejó la escuela en octavo grado para trabajar y mantener a su familia), pero cuando se presentó para el Abierto de EE. UU. de 1968 en el Oak Hill Country Club en Rochester, Nueva York, efectivamente tenía un posgrado en golf.

Tenía 28 años, un tejano experimentado por cuatro años sirviendo en el extranjero en la Marina de los EE. UU. Su golf había madurado golpeando más pelotas de práctica de las que podía contar y jugando en partidos donde el dinero del premio salía del bolsillo de su oponente.

Treviño perfeccionó su juego trabajando en Hardy's Driving Range y su campo contiguo de par 3, donde era famoso por jugar con una botella de Dr. Pepper. También era un veterano de Tenison Park, el campo municipal de Dallas donde los apostadores se reunían como hormigas en un picnic. “Es un mundo donde un hombre aprende a medir con precisión a otro en un instante”, escribió el periodista deportivo Bob Boyd en 1973, “y donde los hombres confían su dinero y su reputación en sus propias habilidades”.

Después de Dallas, Treviño se mudó a El Paso y trabajó en el club de campo Horizon Hills, donde a menudo eclipsaba su salario semanal de $30 como asistente de casillero/carro profesional con su participación en los juegos de dinero diarios. Hubo un combate legendario de varios días con un visitante Raymond Floyd que trajo la acción de una pelea por el título de peso pesado y un mosaico de espectadores.

“Fue la vista más divertida del mundo cuando Raymond y yo jugamos”, escribió Treviño en The Snake in the Sand Trap, una memoria de 1985. “Había un montón de camionetas rebotando por la calle, llenas de muchachos bebiendo cerveza y viendo nuestro partido”.

Treviño utilizó su ventaja de jugar en casa y su destreza en los tiros para vencer a Floyd en sus dos primeras rondas, lo que lo obligó a disparar para ganar el tercer día.

Treviño había probado el PGA TOUR en 1962, empatando en el puesto 49 en Dallas y 58 en Beaumont, sin poder romper el par en ninguna ronda. No resurgió en el escenario más grande del golf hasta 1966, cuando se clasificó para el US Open en el Olympic Club. Treviño empató en el puesto 54 y ganó $600.

“Nunca había jugado en un gran campo de golf como Olympic, un campo con ese tipo de dificultad”, escribió en su autobiografía. “Había jugado toda la vida en campos municipales y no tenían rough. O búnkeres.

“Decidí que si así era el US Open, no me iba a meter demasiado con eso”.

Sus problemas en los Juegos Olímpicos y la falta de dinero lo dejaron con poco interés en regresar al PGA Tour, que para aquel entonces, lo llamaban Campeonato Nacional. Pero su esposa reunió la tarifa de inscripción de $ 200 en 1967 y nuevamente logró pasar el corte.

Fue su aparición en el Abierto de Estados Unidos de 1967 en el Baltusrol Golf Club de Nueva Jersey, en aquel tiempo, Jack Nicklaus superó a Arnold Palmer. Trevino llegó con $50 en el bolsillo y, terminó quinto después de 4 rondas donde presento tarjetas de 72-70-71-70.

 En ese certamen Ganó $ 6,000 por lo que le dió crédito a a su esposa por "empujarlo" al TOUR. Solo se perdió un corte el resto de la temporada y tuvo dos top 10 más, terminando en el puesto 45 en la lista de ganancias con $26,473 y asegurando una exención para 1968 como uno de los 60 principales ganadores de dinero.

Trevino no perdió el ritmo una vez que comenzó la nueva temporada, empatando en el octavo lugar en Los Ángeles y sexto en Palm Springs. Se calentó en la primavera con segundos puestos en Houston y Atlanta y un empate en el cuarto lugar en Fort Worth. Pero para que Treviño completara su improbable ascenso desde la oscuridad hasta el peldaño más alto del juego, solo necesitaba ganar.

“No se suponía que debía jugar este torneo. Pero por alguna razón, y he dicho esto muchas veces, no fue difícil para mí”.

Lo hizo con gran estilo, mejorando el par de 70 de Oak Hill todos los días en el Abierto de Estados Unidos de 1968, una novedad en el campeonato nacional. En la ronda final, en la que comenzó un golpe detrás de Bert Yancey, Treviño entrego una tarjeta de 69 golpes junto al líder, cuyo putter lo traicionó en un cierre de 76. El 67 de Nicklaus lo subió en la clasificación pero solo al segundo lugar, cuatro golpes detrás de Treviño.

“Todo es como un sueño”, dijo Trevino. Hizo putts para birdie de 12 y 8 metros en los hoyos 11 y 12, respectivamente.

En el hoyo 15 par 3, con el tiro de salida, le pego a la bandera, luego  en el ultimo hoyo luego de no acertar el green, con un aproach no muy fino, dejo la pelota a 2 metros donde salvaria el par para anotar 69 golpes que le alcanzaría para el tan esperado triunfo.

El score de Treviño, empató el récord de Nicklaus con un total de 275 golpes en Baltusrol.

Ese día, nacía un nuevo tipo de golfista, Trevino no era el tipico profesional de golf, era un hablador de hacer muchos chistes y poca concentración.

A continuación se muestra una sesión de preguntas y respuestas con el miembro del Salón de la Fama del Golf Mundial del Insperity Invitational.

 Trevino explica por qué se suponía que no debía jugar al golf, su educación latina de origen humilde.

Lo sabía cuando jugaba al golf a principios de los años 50  como caddie, teniendo claro que el golf era un juego de hombres ricos.

Cuando salí de la Infantería de Marina, fui a trabajar en el Club Colombino construyendo un nuevo campo de nueve hoyos. De hecho, mientras soldaba el sistema de riego, aprovechaba para jugar un poco, pero comencé a mejorar y mejorar ganaba todos los partidos.

Probablemente lo más inteligente que hice, fue ir a trabajar a Hardy, que tenía un campo de prácticas en Dallas de par 3 por lo que comencé a practicar lo que me llevo a mejorar cada vez más.

Practiqué cuatro años hasta que finalment entré en mi primer torneo en Houston, Sharpstown, el Texas State Open, y lo gané en un desempate, gané el New Mexico Open un mes y medio después, me clasifiqué para el Open en el '66, '67 y gané el Abierto en el '68.

Se suponía que no debía jugar este juego. Pero por alguna razón y, he dicho esto muchas veces, no fue difícil para mí.

No tengo ni idea ya que mi Swing era poco ortodoxo, no me balanceaba como todos los demás. Pero, este juego se trata de números, cuanto menor sea el número, mejor y en eso... era bueno.

¿Cuál es tu historia favorita de Oak Hill en el 68?

Bueno, durante el torneo me aloje en casa de una familia y esa experiencia resulto fantástica. La familia Kirchner.

Si bien me propuse nunca quedarme en las casas de nadie debido a una mala experiencia en Memphis, pero se trata de una anécdota que no viene al caso.

Paul Kirchner me siguio escribiendo cartas, él tenía como siete hijos que mi seguieron escribiendome cartas y enviándome fotos sobre cuando estuve en su casa.

 Vivían en Arlington Street, justo al lado de Monroe, el otro campo de golf de la zona y, por alguna razón lo acepté.

La hija menor, que es Susan, es una abogada importante ahora en Rochester, en aquel momento ella tenía 2 años y, salíamos al patio trasero y nos acostábamos en el pasto para buscr tréboles de cuatro hojas, de hecho encontramos uno, lo metí en mi bolsillo trasero y lo llevé toda la semana.

La otra cosa que me recuerda a Oak Hill es Dennis Lavender, quien era el viejo profesional de golf en Cedar Crest, donde Walter Hagen ganó el PGA de 1927.

Dennis y yo solíamos jugar nueve hoyos unas tres veces por semana. Me dijo que cuando califiqué para ir allí, me encontraria con un campo de golf que tiene greens diferentes a los que estaba acostumbrado.

 Te estás preparando para jugar sobre un tipo de bermuda y vas a subir a otro tipo de pasto, es una hierba diferente; es más rapido. " Alli medijo" "Voy a construirte un putter".

 Fue para su Taller y me armó un Tommy Armor reverse A 3852 Iron Master, ese serira el putter con el que gané el torneo, todavía lo tengo.

P. Hiciste algunos putts realmente buenos en el 11 y el 12 en la recta final. ¿Había nervios?

LEE TREVINO: No. No, había jugado bastante bien antes de este torneo, recuerdo jugar cuatro rondas de práctica con Doug Sanders.

Doug me dijo: "Voy a hacer una apuesta por ti". Él dijo: "No te perdiste un fairway los cuatro días que jugamos". Le dije: “Bueno, no me pierdo muchos fairways. Apunto hacia la izquierda y la pelota va a la derecha”.

Si bien Nicklaus hizo lo mismo, pero la gran diferencia es que Nicklaus pega 60 yardas más que yo, pero por suerte Manejé bien la pelota.

Si hubo algo de nervios fue en el primer hoyo del último día cuando Bert Yancey y yo salimos. Recuerdo que hice bogey en el primer hoyo y casi me voy a la calle por la izquierda.

Entonces los nervios se calmaron, pero llegando al final me volvio la tensión cuando me di cuenta de que tenía cinco golpes de ventaja justo llegando al hoyo 16.

Tenía a un chico llamado Kevin Quinn como mi caddie, un joven que estaba en la universidad o en el último año de la escuela secundaria. Gran sensación estar en el hoyo 18 con una ventaja tan grande, asíque lo miré y le dije: "¿Hay algún fuera de límite aquí?" Él dijo no. Así que apunté hacia el lado izquierdo, pegue firme pero ya sin miedo .

Mi pelota fue a parar al rough y era realmente alto, luego mi caddie mientras está mirando la pelota y yo tambien estoy mirando la pelota, él me dice: "Escucha, saca un tiro seguro y simplemente ponela en el green". No me di cuenta de que si hacía un par en el hoyo 18, sería el primer hombre en hacer cuatro rondas bajo par en un Abierto de EE. UU.

Me quedé allí y dije: "No, no quiero ser recordado como el tipo que gana el Abierto de EE. UU.". Dije: “Yo me juego, dame el hierro 6”, para mi sorpresa, mi caddie desaparecio, luego me diria que no aguantaba el susto.

En definitiva, puse la pelota a 8 metros y finalmente, frente al publico, emboque mi putt, corri hacia el hoyo con la pelota adentro, lo tape con la gorra y grite, "Ahora que entraste, ya no te escapas nunca mas"....

 

Lee Trevino emboca un putt de 8 metros para ganar El Abierto de EE. UU. de 1968 en el Oak Hill Country Club en Rochester, Nueva York
Golfer Lee Trevino, above, shortly before he won the Canadian Open – All  Items – Digital Archive Ontario
Jack Niclaus el Oso, unico peligro de quitarle el podio a Trevino aqunque Trevino nunca se dio cuenta....
 
 
 

Por:  FV

 

 
EDITORIAL